sábado, 16 de octubre de 2010

LA IGLESIA DE ESMIRNA. ¿CÓMO SON VERDADERAMENTE LOS HIJOS DE DIOS?

En el libro de Apocalipsis 2, 8-11 (RV) esta escrito: “y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: el primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto: yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás. No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. El que tiene oído, oiga lo que el espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte”.
Discerniendo esta escritura bajo la lupa de la revelación, se puede observar que de Esmirna se dice que es rico porque tiene a Dios y son fieles. Este tipo de creyente sabe que cuenta con Dios, y también dice “pero es pobre”, porque son humildes de corazón y espíritu. Tenga o no tengan riquezas, los creyentes Esmirna son sencillos y conocen el amor de Dios (respeto, servicio, humildad, perdón y compresión). El afecto es parte emocional, es sentimiento. No hay amor al dinero ni materialismo, porque Dios le sustenta todo y solo se preocupa por cumplir con la obra de Dios, no con los dogmas religiosos.
En el creyente Esmirna no hay libertinaje ni preceptos religiosos, porque son transparentes, íntegros con Dios y no tienen dogmas que los esclavizan porque la autoridad del líder es por la gracia de Dios, no por imposición, diciendo, tienes que sujetarte. Eso es manipulación.
Hay justicia y no hay traición porque son sinceros, conocen el amor y hay igualdad entre los hermanos porque hay humildad. Eso cuesta mucho conseguir en muchas partes y también en algunas congregaciones. También no se dejan llevar por influencias ni preferencias porque todos tenemos oportunidad en Dios para llevar su obra.
El judaísmo mesiánico como sinagoga de Satanás, son una corriente paralela a la manifestación del hijo de Dios no como Cristo sino como Mesías y declaran que para ser salvos deben ser judíos solo por la fe. E incluso han llegado a invitar y a hacer trámites diplomáticos para que a través de esta doctrina sin ser israelíes puedan ser ciudadanos israelíes, es decir, judíos.
El hecho es que poseen dogmas religiosos, le dan importancia al antiguo pacto y establecen allí la base de todo. Hay otras corrientes de esta doctrina que ven a Yahshua como el primer enviado y hasta piensan que el de la segunda venida es otro enviado por el propósito de facilitar la paz y no tendrán que crucificarlo porque, ya lo hizo el primero.
Son arrogantes y llaman a los demás, incluso a los cristianos, como gentiles. Que ellos tienen la verdadera doctrina y que todo lo que esta basado en la fe cristiana son cuentos. Ellos alegan que el Jesús que adora la iglesia es occidental y romano. Y lo catalogan como un antimesias, un asesino, por lo de las cruzadas, el holocausto y muchas cosas que el papado ha llevado a cabo. Las blasfemias de estos que se creen judíos, se basan en esos mismos dogmas que ellos establecen.
En cambio, el creyente Esmirna usa la palabra de Dios conforme al testimonio, no de santurrón, sino de santo con amor y humildad, no andan escondiéndose en el pulpito o como se dice, en al altar. No imitan a ninguna religión ni al catolicismo, porque también existe el catolicismo evangélico.
Los diez días son una referencia a los 10 días del cautiverio de Pablo, una vez sentenciado a muerte, el tiempo que jurídicamente tomaban las autoridades romanas para dictar una sentencia. Muy diferente al juicio contra Yahshua (Mc 15, 6-8) que al comienzo de la pascua se ponía en libertad a un prisionero e inmediatamente era ejecutado el no favorecido por el pueblo. Por supuesto que esta parte es referente a las luchas que tienen todos los cristianos Esmirna contra el mundo, las religiones y las leyes del hombre por causa del Evangelio del Amor.
También en la carta al creyente Esmirna, aclara de quien se trata, el que envía el mensaje, el emisor es Jesucristo quien pagó con sangre nuestra salvación en la cruz del calvario y resucitó para prometernos la vida eterna y su reino que no tiene fin.
Por tanto hermanos, nuestro testimonio de ministro y sobre todo, de amor, debe llevarnos a ser un creyente Esmirna, esta es una carta profética para cada uno de nosotros que cumpla con estos requisitos. Hagamos siempre reflexión de hombre y tengamos el corazón de niño para que cada día construyamos la iglesia deseada que constituya en esencia, el Cuerpo de Cristo. Bendiciones en el nombre de Yahshua Ha Mashiaj.