domingo, 22 de enero de 2012

EL BAUTISMO. ¿QUÉ SIGNIFICADO TIENE PARA LA SALVACIÓN DEL CRISTIANO?

En primer lugar, leemos la cita en Mateo 3, 11, escrito está: “Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego”.

Desde hace siglos se han dicho o interpretado mucho sobre el bautismo, por ejemplo, el catolicismo establece que el bautismo se hace a las personas desde su infancia para quitar el pecado original, otros dicen que el bautismo es solamente inmersión en agua de forma obligatoria o decretado como un dogma religioso, vacío de toda bendición y unción, dándole un enfoque material y no espiritual. ¿Pero en si que es el Bautismo? ¿Porque muchos creen también que el aspecto físico de este paso en todo cristiano, es lo que va a darle la salvación? ¿Dónde está la esencia del bautismo para la salvación de todo cristiano? En base a estas interrogantes y al fragmento bíblico del Evangelio de Mateo, responderé lo que Hashem ha puesto en este servidor para todos mis apreciados lectores.

El Bautismo fue en tiempos de Juan y cuando Yahshua no había comenzado su ministerio, un acto profético que revelaba o anunciaba a todo el pueblo de la época, la venida de Cristo para salvación de todo aquel que se arrepintiera de sus pecados y se hiciera una nueva criatura, un hijo de Dios. Este acto profético, y como profeta lo digo bajo la autoridad del Señor, quién nos revela su Palabra, es una acción voluntaria que consistía en usar el agua como medio de limpieza sobre la carne o el cuerpo, en sentido espiritual, los pecados, y la inmersión como un procedimiento para sepultar la carne o el cuerpo, es decir, perdón y remisión de todos los pecados, la cual presenta la sepultura del viejo hombre condenado a muerte, espiritualmente muerte eterna, y posterior resurrección del nuevo hombre en Cristo. Esto se hizo, según lo que Nuestro Señor me mostró sobre el Bautismo de Juan, el Profeta, quién era el Elías que había de venir (Malaquías 4, 5 Mateo 17, 12-13), para preparar el camino del Señor y tal como Juan lo anunció en el Jordán (Mateo 3, 2-3). Yo aclaro que respeto toda interpretación que muchos teólogos y ministros hacen del Bautismo, y que está página, se presenta a libre opinión del lector con quien tengo el gusto de compartir esta enseñanza.

Pero, hoy en día, desde la venida del Espíritu Santo, quién hace presente a Cristo en nuestras vidas, el Bautismo ya no es solo, un acto profético, el Bautismo es ahora, en esencia, el Bautismo en Espíritu Santo y Fuego. ¿Como es esto? Es un bautismo en poder y justicia, el Espíritu Santo es poder y el Fuego es justicia, es decir, ahora el convertido, el hijo de Dios es revestido del poder y es justificado por su fe. ¿Cuál fe? La de saber que mientras se encuentra en el proceso, adquiere dominio propio hasta el punto que alcanza el arrepentimiento, es decir, fuego, porque fuego es eso, arrepentimiento. El arrepentimiento no es simple conocimiento, es convicción de que aun te encuentras fallando y vas rechazando el pecado, llamado etapa de redarguimiento, tu te perfeccionas, ya que el pecado no se enseñorea de ti porque en el proceso de crecimiento se va despreciando el pecado, esta es la figura del fuego, que consume toda obra de la carne cuando el hijo de Dios cita la palabra del sacrificio de Cristo en la Cruz del Calvario y se va fortaleciendo en la obediencia y servicio a Dios.

El Bautismo es esencialmente arrepentimiento. Hasta nuestros días, se ha practicado el Bautismo de Juan. Pero la salvación se obtiene por conversión, es decir, arrepentimiento, no solo de toda acción del viejo hombre, sino también de no hacer lo que Dios manda, amar a Dios y amar a nuestro prójimo. Muchos predicaban sobre el pecado, por ejemplo, no robar, como un dogma religioso cuando a la verdad, no robar lo lleva a la acción de amar que es el mandamiento que Nuestro Señor nos dejó. ¿Por qué? Porque un hijo de Dios ama y al amar a su hermano, no lo va a robar, y la acción es recíproca porque al amar a tu hermano amas a Dios, así de sencillo. Este proceso hace que todo mandamiento que era Ley cuando a la carne era obligado, por la debilidad de la naturaleza pecaminosa del cuerpo, se convierta en Gracia, ya que el Amor hace la Gracia, porque Cristo es Amor, es decir, para que me entiendan, el dominio sobre la Ley es la Gracia, el cristiano se fortalece en poder sobre el pecado porque la Gracia esta en el. Hay muchos que dicen Cristo te ama pero no hacen nada para ayudar o servir al hermano, esto es serio, sino lean lo que dice Cristo en el Evangelio de Mateo 25, 31-46, sobre los hijos de Dios (ovejas) y los creyentes religiosos infieles a Dios (cabritos).

Muchos creyentes y congregaciones pierden el tiempo discutiendo por el bautismo en cuanto al nombre en que debe ser bautizado con agua, algunas veces sin importar el contenido espiritual del Bautismo y su esencia. Unos dicen en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y otros en el nombre de Jesucristo, haciendo ineficiente la obra del Bautismo y su razón de ser. Deben entender que un bautismo se hizo antes del Pentecostés y el otro definitivo Bautismo se esta haciendo desde el Pentecostés, cuando ya Cristo esta presente por medio del Santo Espíritu de Dios y que Nuestro Señor es nuestra arca de salvación. El Señor, al partir a los cielos, dejó una orden de bautizarse en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (Mateo 28, 19), mientras el Espíritu Santo no llegará y se esperaba su venida, después que el Espíritu Santo se hizo presente para quedarse, la orden que dio Cristo a través del apóstol Pablo, fue de bautizarse en su nombre (Hechos 2, 38), porque ya la salvación esta en nosotros y Cristo es el Señor del Bautismo y no el Profeta Juan El Bautista. Cristo por medio del Espíritu Santo tiene toda la autoridad y poder del Padre, por lo cual Cristo es Dios, porque así lo dejo Juan en su Evangelio, el Verbo era Dios y el Verbo es Cristo (Juan 1,1 y Juan 1, 14).

En conclusión, el arrepentimiento es Bautismo. Puede que te hayas o no bautizado, pero un hijo de Dios se bautiza con su arrepentimiento, cambio de actitud, las lagrimas no son para pedir perdón, ya que el perdón esta, lo que se requiere es cambio de actitud y eso se logra con la confesión de los pecados ante Dios a quien no se le puede engañar. ¿Cómo? Reconociendo la falta ante Dios y tomando conciencia del conocimiento del pecado. Porque alguien que le dicen que hay una situación de peligro en un sitio, no va a ese sitio. Por eso decía Pablo “el vivir es Cristo y el morir es ganancia” (Filipenses 1, 21) porque se vive para amar y se muere al pecado. Más adelante realizaré para ustedes un artículo sobre el pecado.

Apreciados hermanos, esperamos que esta enseñanza sea de bendición para ustedes y que Hashem nos siga mostrando su modelo de Reino en nuestras vidas, el Señor nos presentará en su segunda venida su reino celestial en un reino terrenal para que cuando conozcamos lo temporal, podamos conocer la Eternidad. Bendiciones para ustedes en el nombre de Yahshua Ha Mashiaj.