domingo, 13 de febrero de 2011

LA IGLESIA DE TIATIRA. ¿SE ENCUENTRA JEZABEL ENTRE ESTOS CREYENTES?

De acuerdo a la poderosa Palabra de Dios en el libro de Apocalipsis 2, 18-29, la cual está escrito: “y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: el Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego, y pies semejantes al bronce bruñido, dice esto: yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras. Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación. He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella. Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras. Pero a vosotros y a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina, y no han conocido lo que ellos llaman las profundidades de Satanás, yo os digo: no os impondré otra carga; pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga. Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre; y le daré la estrella de la mañana. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”.

Conforme a los signos de la lectura bíblica expuesta, el Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego, y pies semejantes al bronce bruñido, es Jesucristo, quien dispersa las tinieblas con su luz y nada le es secreto, todo lo conoce, el bronce es símbolo de su poder, majestad y su posición como Dios en el mundo entero. Es el que escudriña la mente y el corazón. La llama de fuego en sus ojos es el Espíritu Santo por lo que significa que el Señor nos observa a través de su presencia en nuestras vidas.

El creyente Tiatira no es una mala persona en si y conoce bien la Palabra de Dios, practica el amor como esencia del evangelio, pero lamentablemente muchos son cobardes y algunos son oportunistas. Toleran a Jezabel, la reina inicua que persiguió a Elías y fue adoradora de baal, ella es la figura profética de los falsos líderes y ministros de esta época, que llevan e invitan a sus discípulos a seguir sus dogmas y a ocultar sus barraganerías ocultas. Los falsos líderes que bien representan a Jezabel, enseñan muchas cosas sobre el amor al dinero y a los placeres, seduciendo a sus discípulos; ellos no están conformes, viven temerosos de que sus discípulos abran los ojos, amedrentan o amenazan a los creyentes Tiatira con expulsarlos, rebajarlos, descalificarlos e ignorarlos en la congregación. Y en esto se basa la cobardía (los que toleran) de muchos y la complacencia (los que adulteran con ella) de otros. Este es el creyente Tiatira.

La palabra de juicio del fragmento del Apocalipsis que dice “y a sus hijos heriré de muerte” sobre estos creyentes es la enfermedad y las situaciones preocupantes, no tendrán paz hasta que recapaciten y sean valientes para que tomen decisiones en base a su fidelidad con Dios y no con el hombre.

Pero los hermanos que están cerca de los creyentes Tiatira, que saben de esto (que han conocido las profundidades de Satanás) y no están de acuerdo y que están molestos por las injusticias de estos falsos líderes, religiosos y congregaciones calladas y amenazadas se les exhorta a predicar la Verdad y desenmascaren la situación, enseñando a los creyentes Tiatira a no ser cobardes, que sean creyentes Esmirna y Filadelfia. Esta es la forma de retener lo que tienen, ya que cuando venga el Señor va a pedir cuentas de esta obra.

Al que sea valiente se le dará autoridad sobre las naciones y las regirá con vara de hierro. Reflexionen ante esta Palabra, hermanos, para alcanzar las grandes bendiciones que Dios tiene para nosotros. Bendiciones para ustedes en el nombre de Yahshua Ha Mashiaj.