La poderosa Palabra de Dios en el libro de Salmos, Sal 150, escrito está: “Alabad a Dios en su santuario; Alabadle en la magnificencia de su firmamento. Alabadle por sus proezas; Alabadle conforme a la muchedumbre de su grandeza. Alabadle a son de bocina; Alabadle con salterio y arpa. Alabadle con pandero y danza; Alabadle con cuerdas y flautas. Alabadle con címbalos resonantes; Alabadle con címbalos de júbilo. Todo lo que respira, alabe a JAH. Aleluya”.
Comienzo este estudio, destacando que la alabanza, según Hebreos 13, 15, es un sacrificio para glorificar a Dios. ¿Porque un sacrificio?, porque se sacrifica la carne para dejar los deleites de escuchar temas musicales del mundo, que se escuchaban en el pasado o se escuchan ahora, para darle la Gloria a Dios, manifestándose nuestro Espíritu en gozo, de manera que convertimos nuestro templo en morada del Santo Espíritu de Dios, bailando o danzando, cantando canciones de júbilo y adoración, con todo tipo de instrumento musical, como lo reseña el fragmento al inicio de nuestro estudio. Lo que significa que el gozo es santo, sin vicios, sin pecado, sin violencia, en paz con mucha alegría. Aunque en la cita de Hechos 2, 13, se mencione que los discípulos y demás cristianos estaban ebrios cuando en realidad estaban llenos del Espíritu Santo, no significa que había relajo de pecado, violencia, burla, vicios y cosas de inmundicia que el mundo hace.
Estamos claro que la alabanza y la adoración es santa, produciendo un gozo santo que llena de alegría y paz, a todos y al Padre que lo llena todo. Pero hoy en día, se promueven eventos musicales cristianos que tanto el público creyente como la banda musical, provocan y digo de forma no intencional, algunos actos que afectan a los presentes que en la mayoría de los casos son actos violentos. ¿Por qué reseñó esto? Hay gente que ya me habían dicho de esto, pero no lo creía mucho, hasta que un día viví la experiencia y les cuento, solo para reflexión de los hijos de Dios a que se porten como tales, expresando el amor entre sus hermanos. A continuación, expongo mi experiencia:
Hace siete años atrás, en el año 2005, si no más recuerdo en el mes de noviembre, compré las entradas a un concierto de la banda cristiana mexicana Rojo, celebrado en el gimnasio cubierto “Pedro Elías Belisario Aponte” de la ciudad de Maracaibo, Venezuela. Yo estuve durante el concierto, gozándome de sus temas. Cuando iba terminando el concierto, la banda empezó a lanzar franelas timbradas con su publicidad, hacia el público y la gente empezó a pelear, a estirar las franelas, halándolas unos entre otros, peleándose por las franelas en medio de un alboroto, y me empujaron, cayendo al suelo. Gracias a que me encontraba con un acompañante, no lograron pisarme. Cuando salí de allí, no podía esconder mi decepción de ver que parecía que no estaba en un concierto de rock “cristiano” de Rojo, sino que estaba en un concierto de los Rolling Stones o caramelos de cianuro. Pude ver que no estuvo la presencia de Dios allí sino la adoración al ego, a la carne. Me sentí triste en ese momento y oré por ellos.
No solo eso me sucedió, cuando estuvo Annette Moreno, también en Maracaibo en el año 2008, asistí al Palacio de Eventos, donde fue su concierto. Cuando Annette llegó al escenario, todos empezaron a gritarle “te adoro”, no a Dios, sino a ella, lloraban por verla a ella, diciéndole “te adoro Annette”, tanto así que todo el mundo se paró sobre las sillas y los que estaban en los puestos detrás, no pudieron ver la presentación y tuve que tener cuidado, porque si me paraba sobre la silla como ellos hicieron, me hubiesen tumbado, allí estaban de testigos a quienes recuerdo, los salmistas de la Iglesia La Cruz de esta ciudad, Isaías Alfonso y Renny Auvert, ellos estaban indignados por la conducta de todo ese público que aunque se justifiquen por decir que eran jóvenes eufóricos, son hijos del Eterno por el cual no tenían que comportarse así.
Les confieso que lo pensé para escribir este tema o de limitarme para que no se viera como simple opinión mía. pero oí una voz en mi Espíritu y percibí que era Dios, cuando leí la Palabra basado en los fragmentos presentados, que revelará lo que había vivido. Así que con todo respeto, les hago un llamado a aquellos salmistas o adoradores a que no se crean artistas, artista es del mundo, ustedes son ministros de alabanza y su convicción de hacer una carrera para Dios en la edificación del Cuerpo de Cristo. A todas esas bandas musicales cristianas, músicos y ministros de alabanza y adoración, les presento esta Palabra y estos casos, para que lo tengan en reflexión y no se lleguen a caer en esto, ni por fama ni mucho menos por dinero. A todos los hijos de Dios les digo, que ustedes no son ningunos “fans”, no deben tener “ídolos”, la alabanza, sea cual sea, el genero de música que se entone, debe ser para adorar a Dios y tener gozo por causa de su unción, no para relajo de la carne. Espero puedan interpretar y discernir estas palabras, comunicándoles que se les ama en el Señor y todo sea por la edificación del reino de Cristo. Bendiciones a ustedes en el nombre de Yahshua Ha Mashiaj.
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