La Palabra de Dios en Deuteronomio 5, 7-9 establece: “No tendrás dioses ajenos delante de mí. No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en la Tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas ni las servirás; porque yo soy Hashem tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen”. Este es el mayor de todos los mandamientos, que dota de integridad a los hijos de Dios. La idolatría es un medio satánico utilizado en la mayoría de las religiones del mundo. El hombre, al caer de su vida espiritual por causa del pecado y convertirse en un esclavo finito y terrenal, perdió la relación con Dios hasta el punto de ser ciego en las cosas y los escenarios espirituales. La misma caída por el pecado produjo en el hombre vanidad, libre albedrío, ambición y avaricia. Todo esto llevó a caer al ser humano a un fenómeno conocido como la idolatría, un pecado abominable ante los ojos de Dios, ya que el valor del hombre no le es dado por una imagen sino por Dios quién le creó. Los tipos de idolatría que se pueden mencionar son el fanatismo religioso, el fanatismo político, el fanatismo artístico, el fanatismo deportivo y el fanatismo material. Desglosaremos cada uno de ellos.
Del fanatismo religioso se puede decir que muchos hombres y mujeres, que viven en la ignorancia y bajo la terquedad oscura y ciega de negar la Palabra de Dios, no han logrado pasar la barrera que llegaron a pasar sumos sacerdotes levitas, profetas y apóstoles para conocer a Dios, sino que se han inventado un recurso material para representar a Dios o a una estructura religiosa, soportada y originada por los dogmas de su fe. Los hombres de diversas religiones derivadas del Catolicismo, se han inventado ángeles alados, muertos santos, cruces, niños Jesús y hasta once mil vírgenes, bajo las mismas costumbres y creencias de los antiguos pueblos paganos. Vemos como por ejemplo, en la ciudad de Maracaibo, Venezuela, todos los años en el mes de noviembre, celebran los católicos la adoración (ellos lo llaman veneración, aunque la palabra venerar viene de adorar a la diosa romana Venus) de la virgen de la Chiquinquirá, donde cuentan que se trata de María enrazada entre maracucha, guajira y china que tiene en sus brazos a un niñito guajiro llamado Jesús, vista en aparición por una mujer colombiana que adoraba esta imagen propia del catolicismo en Colombia en la localidad de Chiquinquirá. No tocaré el término virgen ya que nos enfocaremos en la idolatría, pero más adelante, ofreceré un artículo sobre esta creencia que según los católicos llaman fe mariana.
Del fanatismo político puede verse en todo el mundo que muchos líderes quieren ocupar la atención de sus pueblos bajo la hipocresía de la demagogia, el mesianismo y las falsas promesas, a tal punto que muchos fanáticos políticos así como pasa con los religiosos pueden llegar a adorar y rendirle culto a sus líderes políticos, tal como pasó con Adolf Hitler en el siglo XX.
Tanto fanatismo artístico como el fanatismo deportivo ha despertado pasiones desenfrenadas en muchas personas, jóvenes en su mayoría, que los llevan a cometer locuras e imitar a sus “ídolos”. Hombres y mujeres que adoran personajes como Britney Spears, Madonna o Shakira y figuras masculinas como Luís Miguel o Chayanne, personas que adoran los personajes del fútbol, béisbol o baloncesto hasta el punto que ya existe una iglesia cuyo culto de adoración es a Diego Maradona. El problema no es que la gente le guste el deporte o practicarlo, el problema es la idolatría que toma los corazones de las personas.
Otro tipo de idolatría es el fanatismo material, puede verse muchas personas que ponen su adoración y razón de vida en un vehículo, una laptop y hasta un celular. Por ejemplo, vemos a un heladero con un Blackberry, un tipo de celular para personas que manejan finanzas, agendas, correos u operaciones administrativas, que no conoce nada de las funciones que tiene, solo enviar mensajes y llamar o atender llamadas. Pero ¿a que se debe esto?, pues, a que el heladero se siente realizado o valorado porque tiene este aparato y cada vez que esta entre la gente, para no convertirse en una persona corriente, saca a mostrar su Blackberry así no vaya a hacer llamadas o alguna función.
Hermanos, por eso es que esta muy claro el mandamiento de la cita de Deuteronomio, que textualmente aparece “No harás para ti…” y también “No te inclinarás a ellas ni las servirás…”, es importante reflexionar y ayudar a otros a salir de la idolatría, no se trata de cambiar los gustos, los pasatiempos, las disciplinas y las preferencias, se trata de cambiar la actitud frente a la idolatría, no exaltar lo terrenal, ni lo humano ni lo material delante de Dios, ya que muchos caen en la idolatría, incluyendo creyentes y cristianos, y que no se dan cuenta que se han olvidado de Dios, de la obra redentora de Jesucristo y que solo se acuerdan a veces cuando llega la mala situación. Tengamos claro que la idolatría es desagradable para Dios. Adoremos con obediencia, relación y oración a Dios, nuestro Padre Eterno. Bendiciones a ustedes en el nombre de Yahshua Ha Mashiaj.
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